Cuando se desarrolla una marca para tu empresa, es normal que se creen tarjetas, página web, colores y demás elementos que son importantes para diferenciarse dentro del mercado. Si lo comparamos con un árbol, estas serían las ramas, hojas y flores. Pero ¿Qué pasa con las raíces? Ninguna planta puede crecer fuerte sin una base sólida. En el caso de las marcas, esto funciona de igual manera. Sin una estrategia de marca definida esta se va a sentir inestable y con pocas probabilidades de crecer sana y fuerte.
Las raíces de una marca, son todos los elementos de estrategia e investigación que se desarrollan en las fases de diseño y conceptualización del proceso de branding. Estas otorgan la personalidad que una marca debe tener al momento de presentarse frente a sus usuarios.
En un ejemplo claro tenemos a Nike. Aparte del isotipo representativo de su marca reconocido a nivel mundial, la marca es mucho más. Su mensaje de “Just do it” logra ubicar y definir su personalidad y lenguaje que desea transmitir a sus usuarios, de igual manera, esto les ayuda a reconocer como son percibidos por el mercado que los rodea.
Podemos dividir al branding en 2 partes fundamentales para todo buen desarrollo de marca.
Todos los elementos de estrategia los cuales permiten a la marca conocer su valor y ubicación dentro del mercado tomando en cuenta los usuarios como enfoque principal sin perder de vista a la competencia
La más conocida del Branding. Área en la cual muchos diseñadores centran su trabajo omitiendo completamente la parte anterior la cual es la base para el desarrollo de esta fase.
Por lo general, clientes llaman a solicitar un logo pues les gusta el estilo que muestras en tu trabajo. Sin embargo, ¿Tienes claro el resto de elementos que hemos mencionado? ¿Cuándo desarrollas una marca, piensas en la estrategia? Trabajar las raíces de tu marca, es tan importante como cuidar sus hojas y flores. Necesitas una marca completa y sólida que pueda crecer fuerte y verse muy bien en el bosque de competencia que tienes al frente.